Esquema
de la clase.
- Cultura popular. Gramsci, Hoggart, Hall.
- Circularidad cultural. Bajtin
1.
Cultura
popular
Algunos ejes para pensar la cultura popular desde el
aporte de Gramsci, Hall y Hoggart:
La cultura popular vista desde una perspectiva
materialista que incorpora al análisis la dimensión del conflicto: Interacción conflictiva entre la cultura y lo hegemónico; reciprocidad
dialéctica entre ambas instancias; conflicto al interior de la propia cultura
popular. Disputas que se manifiestan en dos planos: entre la cultura y lo
hegemónico, por imponer otras concepciones del mundo y la vida, y al interior
de la propia cultura, por dar cuenta de las relaciones desiguales y a su vez,
de los elementos autónomos que posee.
La cultura popular como interacción recíproca con lo
hegemónico: Ida y vuelta dialéctico. En este
sentido, no todo lo que realiza la hegemonía es dominar y no todo lo subalterno
resiste. Idea de circularidad.
Observar lo popular en términos relacionales (aunque no sólo como posición). No
pensar a las instancias como externas entre sí sino como producto de esas
interacciones recíprocas.
Lo popular como mezcla/productividad: Lo popular conlleva elementos de lo hegemónico y lo hegemónico, elementos
de lo popular. Aportes de Gramsci y Hoggart: Interacción recíproca. La cultura
popular no sólo reproduce sino que también produce. Autonomía “relativa” de la
cultura popular. Lo hegemónico no sólo domina y lo popular no sólo resiste. A
su vez, interacción/ imbricación con lo masivo.
La cultura popular no se define por su origen ni por
esencias o
sustancias (es por ello que Gramsci revisa críticamente el folklore) sino
por los usos, apropiaciones y
significaciones que realiza de algunos elementos de la cultura (hegemónica,
masiva o de la propia cultura popular).
Lo popular puede definirse
como plantea Néstor García Canclini:
1- Apropiación desigual de la cultura
2- Elaboración de formas culturales propias
3- Interacciones conflictivas entre cultura popular y sectores dominantes
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Antonio Gramsci (1891-1937):
Estudioso de varias
disciplinas como filosofía, teatro. Nace en el seno de una familia con
problemas económicos (padre encarcelado). Padece una enfermedad que dificulta
su crecimiento. Es encarcelado en 1927, acusado por el fascismo de
conspiración. Muere en 1937. Si bien comienza militando en el Partido
Socialista, se distancia de él por criticar su reformismo. Forma parte de los
Consejos de Fábrica, participa en las huelgas de 1920/1921. Funda L’Ordine
Nuovo, revista obrera, donde intenta articular un lenguaje que llegue a los
sectores populares. En 1921, funda el Partido Comunista Italiano (PCI).
Pregunta de Gramsci:
¿Por qué cuando estaban dadas las
condiciones para que en Europa se gestara un proceso revolucionario, surgen el
fascismo y nazismo? Es decir, ¿Por qué fracasaron los proyectos
revolucionarios impulsados en Europa Occidental? Para Gramsci, el fascismo no
es sólo la expresión de la clase dominante sino el producto del entrelazamiento
complejo de actores sociales: en el caso italiano, burguesía urbana y agraria,
alta burguesía, proletariado del norte y campesinos del sur.
Filosofía de la Praxis :
Necesidad de articular de manera orgánica la reflexión con la acción cotidiana.
De ahí, la preocupación del intelectual italiano por generar ámbitos de
educación popular: creando organismos contraculturales como la Asociación de Cultura
Socialista, el Club de vida Moral y el Grupo de Educación Comunista entre 1917
y 1919.
Gramsci piensa la
revolución como transformación integral de la vida cotidiana donde la praxis
pedagógica se cultiva a diario y tiene como principales protagonistas a los
sectores subalternos que libran una guerra de trincheras en diversos ámbitos.
Esta disputa no sólo se da en el vínculo maestro-estudiante sino sobre todo a
través de una batalla intelectual y moral que requiere un proyecto de
alternativa civilizatoria. Vínculo entre saber y sentir para constituir un
sujeto contrahegemónico.
Por lo tanto, la
filosofía de la praxis es tanto crítica como una política cultural. Crítica y
superadora de las formas convencionales de pensamiento e ideología dominante.
Estrategia político-cultural de los sectores sociales subordinados.
Literatura y Vida Nacional
Fragmentos de
escritos en la cárcel posteriores a 1931 (Cuadernos de la Cárcel ) y la segunda parte,
crónicas y escritos teatrales de 1919-1920 en el periódico “Avanti” de Turín.
Los Cuadernos de la Cárcel
son una reflexión desde una doble derrota (la sufrida a manos del fascismo pero
también la que involucra a la tragedia del estalinismo).
Algunas nociones
sobre cultura, cultura popular, folklore
La cultura popular definida no en términos
de origen o esencia, sino en relación a los usos, resignificaciones y
apropiaciones. Mezcla. Interacción dialéctica con lo hegemónico. Lo popular
como conflicto.
Definición de
cultura
Gramsci
ve la cultura como un espacio de conflicto político en el cual las clases
dirimen su intento de ser hegemónicas.
Hace énfasis en la organización de la cultura. Esto es, una organización material e
institucional encaminada a "mantener, defender y desarrollar el “frente”
teórico e ideológico" de la sociedad.
Gramsci
aplicará esta visión de la cultura, resumida aquí en sus componentes básicos,
principalmente, a partir de una discusión sobre la ausencia, en Italia, de una cultura nacional popular. ¿Cómo la
define? La difusión en la sociedad italiana de una nueva hegemonía; de una
nueva concepción (laica) del mundo, capaz de extenderse "hasta en los
estratos más rústicos e incultos". O sea, la formación de esa cultura
nacional popular tiene que ver con el surgimiento de una nueva concepción del mundo
(un "moderno humanismo" dirá Gramsci), con la aparición de nuevas
capas de intelectuales, ligados
orgánicamente a los sectores mayoritarios de la nación (sectores populares),
con la difusión de esa concepción a lo ancho de la sociedad (bajo la forma de
una nueva filosofía, de un nuevo periodismo, de una nueva literatura, etc.);
con la superación (conflictiva) de la cultura católica (o su nacionalización),
y con el desarrollo de toda una nueva organización de esa cultura nacional‑popular.
Intelectual orgánico (diferencia con la noción de
intelectual comprometido en Sartre, y definición de intelectual desde el caso
de Zola en Bourdieu).
Implicancias del concepto de hegemonía en Gramsci
Proceso de dirección
político e ideológico en el que una clase o sector logra una apropiación
diferencial de las instancias de poder en alianza con otras clases, admitiendo
espacios donde los grupos subalternos desarrollan prácticas independientes y no
siempre “funcionales” para la reproducción del sistema.
De esta manera, las
acciones hegemónicas son eficaces en la medida en que atiendan a las clases
populares. Asimismo, los bienes y mensajes hegemónicos intercambian e
interactúan con los códigos perceptivos y hábitus cotidianos de las clases
populares.
Entiende el poder como un
complejo y dinámico campo de fuerzas simbólico-material que se tiene que
modificar en cada una de las trincheras propias y ajenas que uno habita o
disputa a diario (es siempre un proceso).
Cultura popular
Gramsci concibe la cultura popular como un uso y no como un origen; como un hecho y no como una esencia; como posición relacional y no como
sustancia.
Es decir, el valor de lo popular no reside
en su autenticidad o su belleza, sino en su representatividad sociocultural, en
su capacidad de materializar y de expresar el modo de vivir y pensar de las
clases subalternas, las maneras como sobreviven y las estratagemas a través de
las cuales filtran, reorganizan lo que viene de la cultura hegemónica, y lo
integran y funden con lo que viene de su memoria histórica.
“Observaciones
sobre el folklore”
El concepto gramsciano de folklore se equipara al de cultura popular en el sentido fuerte,
es decir, como "concepción del mundo y de la vida", que se halla
"en contraposición (esencialmente implícita, mecánica, objetiva) a las
concepciones del mundo oficiales (o en sentido más amplio, a las concepciones
de los sectores cultos de la sociedad) surgidos con la evolución
histórica".
Definición de
folklore:
Representa una concepción del mundo y de la
vida no sistemática ni elaborada (fragmentada) ya que el pueblo no puede tener concepciones elaboradas, sistemáticas,
políticamente organizadas y centralizadas. Concepciones
múltiples, diversas, yuxtapuestas, estratificadas, aglomerados de fragmentos de
diversas concepciones del mundo y de la vida. Propuesta: superarlo
dialécticamente.
Para el investigador chileno Brunner (“Notas sobre la cultura popular,
industria cultural y modernidad”) se define así: Heteróclita asociación de
elementos estratificados que rigen la conducta y las creencias de un grupo
subalterno, conjunto en que se mezclan elementos provenientes de la religión o
la moral oficiales con tradiciones seculares, amoldados por las condiciones de
vida cultural del pueblo. Potencialidad política autónoma de las clases
populares.
Cita de Gramsci en Literatura y
Vida Nacional, p. 128:
“Es necesario estudiarlo como concepción del
mundo y de la vida, en gran medida implícita, de determinados estratos
(determinados en el tiempo y en el espacio) de la sociedad, en contraposición
(también por lo general implícita, mecánica, objetiva) con las concepciones del
mundo ‘oficiales’ (o en sentido más amplio, de las partes cultas de las
sociedades históricamente determinadas), que se han sucedido en el desarrollo
histórico (De ahí la estrecha relación entre folklore y sentido común, que es
el folklore filosófico)”
Vínculo de relación
estrecha entre folklore y sentido común (folklore filosófico).
Sentido común en Gramsci (El
materialismo histórico y la filosofía de B. Crocce, p. 13):
“Una filosofía de la praxis sólo puede
presentarse como polémica y crítica, como superación del modo de pensar
precedente y del pensamiento concreto existente:
a)
Como crítica del sentido común (si todos son
filósofos no será cuestión de introducir una ciencia en la vida individual de
todos sino tornar crítica una actividad existente), y
b)
Como crítica de la filosofía de los intelectuales,
que en tanto individual puede considerarse como cumbre del sentido común, por
lo menos del sentido común de los sectores más cultos y a través de éste, del
sentido común popular.”
Si hasta ahora se estudió el folklore como
elemento pintoresco o aspecto particular de erudición, es necesario estudiarlo
como concepción del mundo y de la vida,
en gran medida implícita, de determinados estratos (en el tiempo y en el
espacio) de la sociedad en contraposición (implícita) con las concepciones
‘oficiales’ o cultas del mundo, que se han sucedido en el desarrollo histórico.
En el folklore se encuentran supervivencias,
documentos mutilados y contaminados de las distintas y sucesivas concepciones
del mundo y de la vida que ocurrieron en la historia. (Williams: lo residual/
tradición selectiva).
A ese legado se incorporan nuevos elementos
provenientes del pensamiento, la ciencia moderna, la religión.
También existe una moral del pueblo: máximas
para la conducta práctica, costumbres ligadas a la superstición, las creencias
religiosas. Más fuertes que la moral oficial.
La educación promovida por el Estado está en
concurrencia y en contradicción con otras concepciones explícitas e implícitas,
sobre todo el folklore.
El folklore está ligado siempre a la cultura
de la clase dominante y extrae de ella motivos que entran en relación con
tradiciones precedentes/ cruces. Nada más fragmentario y contradictorio que el
folklore.
Es más fluctuante y móvil que la lengua, o
mejor que aquello que Saussure llama “habla”.
Pueblo: no es una colectividad
homogénea de cultura. Numerosas estratificaciones culturales y combinaciones.
Cantos populares
- compuestos
por el pueblo para el pueblo
- compuestos
para el pueblo (pero no por el pueblo)
- adoptados
por el pueblo por acordar con su manera de sentir y pensar.
Pensar ejemplos en la música
popular argentina.
Lo que puede encontrarse en los cantos
populares es su modo de concebir el mundo y la vida, en contraste con la
cultura oficial.
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HOGGART, Richard, La cultura obrera en la
sociedad de masas, México, Grijalbo, 1990, primera edición en inglés The Uses of Literacy, 1957. (Puede traducirse como Los usos de la alfabetización,
o del acceso a la cultura letrada en un sentido más amplio que la
lecto-escritura).
Hijo
de familia obrera. En 1964 funda y dirige el Centro de Estudios Culturales
Contemporáneos de Birmingham.
Dice
Hoggart en la entrevista que le hace Sarlo en Punto de Vista (a partir de comentar su experiencia como profesor
de Literatura Inglesa) sobre The uses of
Literacy:
“Me
fui convenciendo así de que no puede hablarse de literatura de masas sin hablar
de la gente que la consume y el mundo en que ella vive. Por eso la primera
mitad de The Uses of Literacy se convirtió, entre otras cosas, en un
redescubrimiento de mi propio pasado. De esta forma, comencé a escribir un
libro sobre cultura de masas y terminé escribiendo sobre el cambio cultural, la
vida obrera. Por eso es un libro heterogéneo, que parece no pertenecer a
ninguna parte. Se me aconsejó que no lo publicara, que arruinaría mi carrera
como profesor. Lo publiqué pero, a decir verdad, con la duda rodeándolo. El
libro sobrevivió y, con una o dos excepciones, los antropólogos y los
sociólogos lo recogieron con hospitalidad (…) Passeron piensa que ningún
francés hubiera podido escribirlo y cree que es necesario dar batalla sobre lo
concreto en las ciencias sociales. En París me encontré un día con Lévi-Strauss
quien me dijo: ‘Usted es más antropólogo que yo’. Y creo que si mi vida
empezara de nuevo sería antropólogo.”
Contexto en
el que se produce el libro (1957): expansión incipiente de los medios masivos
(TV emergente). La pregunta por cómo estos medios afectan a la cultura popular.
Formas
que perviven en la cultura obrera ante el embate de la Industria Cultural
(cultura sin pertenencia de clase). Distinción entre cultura de masas y cultura
popular. Y la cultura alta o letrada.
En la primera parte, Hoggart
investiga desde dentro, desde la vida cotidiana de la clase obrera
inglesa, lo que configura el mundo vivo de la experiencia popular. Un método que combina la encuesta etnográfica
con el análisis fenomenológico posibilita trabajar esa experiencia sin caer en
el culturalismo, ya que la cultura nunca es algo separado de las condiciones
materiales de existencia.
Lugar de la enunciación: primera
persona del singular (yo) como parte de la clase obrera. Testimonia y a la vez
analiza. Utiliza su propia biografía y su conocimiento desde la experiencia (su
familia, su barrio, etc.) como objeto de análisis. Deviene en etnógrafo,
antropólogo de su propia clase.
La
segunda parte es su mirada como intelectual ex perteneciente a la clase.
Antagonismo entre el mundo de
nosotros y el mundo de ellos (los otros)
(Capítulo
3: “Ellos y nosotros”)
Ellos/ nosotros
Cohesión e identidad de grupos sociales
construida en oposición a un ellos.
Sentimiento hostil.
Mundo de “ellos”: Figura
multifacética. Se trata de quienes imparten la ley, representan la autoridad. Mundo de los jefes (privados o
funcionarios), mezcla de patrón y señor feudal.
Características del mundo de “nosotros”: Clase obrera.
Quienes experimentan la desigualdad de la ley (el policía los vigila, el
capataz les genera desconfianza), quienes satirizan la ley, poseen orgullo y
amor propio, presentan interés porque los hijos salgan adelante, respetan los
libros, poseen un fuerte sentimiento de pertenencia a un grupo aunque sin
llegar a tener conciencia de las necesidades de transformar las condiciones de
vida de todos gracias a una lucha común, falta de visión o ambición, cosas
reales en nosotros: hogar, afecto familiar, amistad, capacidad de divertirse,
el dinero no es todo y no vale la pena pasar la vida sudando para ahorrar
dinero extra. Vida sexual más abierta en los hombres aunque timidez para
hablar. Regla de que si se embarazan se casan o bien, no tienen relaciones.
Respeto sobre el estudioso, la educación, los libros. Grupo cerrado (por
geografía, distancia, clase). Pensamiento de masas (evita críticas a lo
diferentes), habla popular. Trabajo que no aporta mucho. Mujer: se encarga de
que las cuentas cierren. Aceptación de que la vida es dura y sin imprevistos.
Las acciones valen más que las palabras. El cuidado de los hijos está por
encima de prostituirse. Horizonte limitado. Atención puesta en la vida cotidiana
(concepción de cultura amplia): ocio, hobbies, tiempo libre.
Ese estilo de vida entremezcla una
bipartición del universo social entre "ellos y nosotros", y una
fuerte valoración del círculo familiar, con una gran permeabilidad a las
relaciones de grupo, especialmente a las de vecindario, un moralismo que
mixtura el gusto de lo concreto con un cierto cinismo, una religiosidad
elemental y un saber vivir al día, que es capacidad de improvisación y sentido
del goce. Hay también, en ese estilo de vida popular, conformismo basado en la
desconfianza hacia los cambios, cierto grado de fatalismo que se apoya en la
larga experiencia de su destino socioeconómico, y una tendencia a replegarse, a
encerrarse en el pequeño círculo cuando las cosas salen mal.
Rastrea en las
condiciones de vida, mitos, supersticiones, folklore, rituales cotidianos, la
cultura vivida. Demuestra la persistencia de elementos residuales, un
marco de referencia o respaldo ante los cambios que los procesos de
modernización y urbanización introducen en las viejas tradiciones. No se trata
de una continuidad inerte de actitudes o resistencia pasiva, sino de un proceso
emergente de sobrevivir al cambio, asimilando las cosas nuevas que parecen más
convenientes, persistiendo en el culto hacia algunas de las viejas y
descartando el resto.
Límites de esa pertenencia. Grupo nebuloso y
poderoso que afecta la vida de “nosotros” de muchas maneras. Sentimiento de
desventaja ante la Ley
(que se percibe en su contra).
La violencia de las autoridades inglesas
tiende a desaparecer en el siglo XX (hegemonía). Actitud de desconfianza o
extrañeza (no de miedo) ante un sistema que no controlan ni manejan (ejemplo:
judicial).
Cambios generacionales: jóvenes, viejos.
Actitudes que se repiten generación tras generación.
Nosotros: pertenencia a un grupo,
buenas relaciones con el vecindario, camaradería, cooperación. Este sentido
comunitario no es muy consciente: “no llega a ser conciencia de la necesidad de
transformar las condiciones de vida de todos en una lucha común”. Más bien:
certeza de pertenecer irremediablemente a un grupo, en el que la vida es dura y
nos toca la peor parte. Horizonte limitado: ni el dinero ni el poder los hará
felices. Hogar, afecto familiar, amistad, capacidad de divertirse.
Actitud ambigua ante aquella minoría que
decide formarse/ estudiar. Desconfianza en los libros, dudan del valor de la
educación.
Tendencia a preservar el modo de vida y no
hacer cambios. La
clase obrera se apega a una pauta preestablecida y no deja lugar a lo
imprevisto. “Certidumbre de que su modo de vida no cambiará jamás o incluso que
no tiene por qué cambiar”
Para ser parte del grupo hay que actuar como
los demás y evitar las críticas por ser diferente. “La sanción, la reprobación
o el ridículo son el resultado inmediato de la trasgresión a la norma”.
Minorías ilustradas o conscientes dentro de la
clase obrera: intelectuales orgánicos (preocupación semejante a la de Gramsci
por los intelectuales orgánicos). Los diferencia de la minoría militante
(sindical, política).
Hipótesis
de Hoggart: a mejor pasar económico, mayor deterioro cultural. Asimilación a
la cultura masiva: “Nadie podría negar que la clase obrera tiene hoy
mejores condiciones de vida, mejores servicios de salud, mayor acceso a bienes
de consumo, mejores oportunidades educativas. Lo que he querido ilustrar es que
los cambios culturales que se han dado han significado un deterioro”.
Hoggart relativiza la influencia de los
medios en la cultura popular y sus tradiciones, al observar no sólo lo que se
alteró por la expansión de la Industria Cultural (IC) sino también lo que no
cambia, o cambia muy poco (hábitos, valores, pasatiempos, instituciones...).
Las innovaciones de los Medios Masivos de Comunicación se atenúan o eliminan
por las exigencias de la vida doméstica. La cultura tradicional de la clase
obrera inglesa demuestra el poder de resistencia que ha caracterizado a la
clase obrera desde el principio de la era industrial. “Han sido capaces de
pasar de un modo de vida rural al urbano sin convertirse en un
lumpenproletariado amorfo”.
Crecimiento desmedido del mercado ligado a
la diversión. Consumos culturales (incitación al consumo de los productores).
Análisis de la prensa masiva y la lectura de ediciones populares.
Efecto de la cultura masiva: uniformización,
anonimato. Regresión cultural mayor que el analfabetismo.
Se
observa así un doble movimiento: si bien la Industria Cultural
produce numerosas publicaciones y en términos de influencia, Hoggart habla de
un deterioro o degradación en cuanto a lo que se produce, la cultura popular
conserva elementos que interactúan con los nuevos medios: clubes, distracciones
como dardo o dominó; no desaparece la relación con el hogar; se conserva la
caridad, etc.
A su
vez, se puede hablar en términos de usos y apropiaciones que realiza la cultura
popular: “resiste” a los llamados publicitarios, aborda lo que considera
conveniente, lee la prensa sin complejos, canta canciones cómicas, satiriza la
publicidad, una suerte de energía vital que resiste embates de la IC o bien: las innovaciones más
aparentes que difunden los medios se atenúan o eliminan por las exigencias de
la vida doméstica.
Revistas
dedicadas a la clase obrera (pesca, artesanías, arreglos domésticos,
jardinería. Sin embargo, ciertas tradiciones siguen vigentes como el gusto por
ir al campo. Esto demuestra el poder de resistencia que ha caracterizado a la
clase obrera desde el principio de la era industrial (usos, apropiaciones).
Sin
embargo advierte: si bien se produjo un proceso de alfabetización, la
concentración de la prensa no rompió la línea que separa la clase obrera de la
burguesía. Defectos de la prensa popular: deformación ideológica, opinión
reiterada, escepticismo superficial, explotación cultural además de económica.
Prensa
borra diferencias de clase: la cultura de clases se está desgastando a favor de
la opinión de masas, la diversión de masas y la respuesta emocional
generalizadas. Tanto la prensa, como Hollywood, presentan al hombre común sin
clase ni rostro.
Cuando
analiza el funcionamiento de la prensa "que para inclinar a los
miembros de las clases populares a la aceptación del statu quo se apoya sobre valores como la tolerancia, la solidaridad
o el gusto por la vida en los que hace sólo cincuenta años se expresaba la
voluntad de las clases populares por transformar sus condiciones de vida y
conquistar su dignidad", se encuentra sintetizado en forma espléndida
el funcionamiento de la hegemonía en la
IC : la puesta en marcha de un dispositivo de reconocimiento y
la operación de expropiación. Hoggart traza el mapa de esas operaciones que
"explotan" las aspiraciones de libertad vaciándolas de su sentido de
rebeldía y llenándolas de contenido consumista, que transforman la tolerancia
en indiferencia o el sentimiento de solidaridad en igualitarismo conformista, y
el apego a las relaciones cortas, personales, en la torpe
"personalización¨. La razón secreta del éxito y el modo de operar de la
industria cultural remiten fundamentalmente al modo como ésta se inscribe en y
transforma la experiencia popular. Y a esa experiencia -que es memoria y
práctica- remite también el mecanismo con el que las clases populares hacen
frente inconsciente y eficazmente a lo masivo: la mirada oblicua con que leen "sacándole placer a la lectura sin
que ella implique perder la identidad", como lo demuestra el hecho de que
comprando diariamente la prensa conservadora voten por el laborismo y
viceversa.
La línea
de fondo, la que permite enlazar toda esa variedad de prácticas, es lo
masivo trabajando desde dentro de lo popular. De modo que la posibilidad de
comprender lo que de veras pasa en la prensa popular tiene tanto o más que ver
con lo que pasa en la fábrica y la taberna, en el melodrama y los mítines, sus
pancartas y sus panfletos, que con lo que pasa en el mundo de los periódicos
mismo.
Hoggart
plantea que los medios de comunicación operan en la dirección ya marcada por
las tradiciones de la cultura popular, y que los residuos de lo que era una
cultura popular van siendo destruidos por el efecto de los estímulos de quienes
controlan los medios masivos de comunicación, mucho más insistentes, eficaces y
globalizados que en décadas anteriores.
La acción de la Industria Cultural
aparece estudiada y evaluada desde un criterio básico: “El efecto de las
fuerzas de cambio está esencialmente condicionado por el grado en que la
actitud nueva puede apoyarse sobre
una actitud antigua”. Lo cual no impide el que la acción de lo masivo sea a su
vez sentida como una operación de desposesión
cultural.
Se tiende a una sola cultura masiva: borramiento de las fronteras
entre las clases.
La dominación cultural es menos obvia que la
económica. Para la clase dominante es más fácil atraer a la clase obrera a una
cultura sin referencias objetivas de clase” por las mejores condiciones
económicas (que diluyen el enfrentamiento entre las clases). Una misma clase
cultural. Cultura masiva: sin clase, sin rostro.
“La democratización relativa de la enseñanza tiene
como consecuencia que se despoje a la clase obrera de sus elementos más
críticos y activos, en el momento en que ésta tiene la mayor necesidad de
espíritu crítico para defenderse contra la influencias de la prensa”.
Sostiene
la independencia de los lectores populares y sus prácticas de lectura,
sin dejar de preguntarse sobre los efectos de la prensa popular: en qué medida
transforma las actitudes de la clase obrera. Refuerzo entre tendencia al
escándalo y evasión.
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STUART HALL Y TONY JEFFERSON
(COMP.), Resistencia mediante rituales (1983), UNLP, 2010.
Los
autores emplean la noción de sub-culturas juveniles (o tribus urbanas) como
operaciones de resistencia de los jóvenes de la cultura trabajadora en la posguerra,
en medio de la “ideología de la prosperidad” como mito (acerca de y para la clase trabajadora) a través de los medios de
comunicación, la publicidad, los discursos políticos.
Si en
los años ‘20/’30 se impuso un dominio coercitivo (en medio de la crisis
económica), en los ‘50 se instala la dominación hegemónica con la prosperidad
como ideología. En cambio en los ‘60/’70 ese liderazgo ha sido de nuevo
cuestionado (polarización social, reaparecen los mecanismos coercitivos).
La
clase subordinada ha desarrollado su propia cultura, sus formas de relación
social, sus instituciones características, valores, modos de vida.
Instituciones que preservan la cultura subordinada a la vez que negocian sus
relaciones con la cultura dominante. Pueden pasar por fases adaptadas al poder
o combativas.
Repertorio
de respuestas de la clase trabajadora al poder inmediato y a la autoridad
capitalista: cultura informal en el espacio laboral (ejercer control sobre los
procesos de trabajo y los momentos de ocio), negociaciones salariales, huelga,
paro, toma de fábrica… etc.
El
barrio o vecindario asume su forma tradicional desde 1880 en Gran Bretaña. Se
conforma una cultura colectiva, asentada en espacios comunales físicos (redes
de calles, casas, tiendas, tabernas y parques) y sociales (redes de parentesco,
amistad, trabajo, relaciones vecinales). Lealtades, solidaridades, tradiciones.
(Nota
sobre cómo el miedo al Ébola rompió solidaridades subalternas de acogida a los
huérfanos).
Analizan
en diferentes capítulos distintos aspectos emergentes: Skin heads, hacer nada,
consumo de drogas, comunas, reggae/rastas, chicos de la calle, moda/estilo,
consumos musicales, chicas y explotación, ciertos barrios (East End), etc.
Existencia
de fracciones de clase con un tipo de respuesta específico, relativamente
autónomo respecto del resto de su clase.
Impacto
de la transformación del mundo del trabajo en la posguerra (la cultura
ocupacional).
Zonas
de las ciudades industriales afectadas: nuevas fuerzas económicas en algunas
partes y atraso en otras. Como ello impacta en la estructura de la familia (por
los desplazamientos laborales).
Situar
a la juventud entre la cultura hegemónica y una culta parental subordinada
(trabajadora).
(Pensar
el caso argentino de los años ‘90: la exclusión del mercado laboral de un
porcentaje de la población y las tribus juveniles o concepciones de vida que
allí nacen).
Las
relaciones entre una cultura dominante y una subordinada son de negociación,
resistencia y lucha. Estrategias dentro y fuera de la institucionalización
formal de la lucha de clases.
Repertorio
de estrategias y respuestas (maneras de copiar, incorporarse y de resistir).
Ninguna posición es fija y permanente. Subculturas y consumo (nichos).
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MIJAIL BAJTIN
(1895-1975): CIRCULARIDAD CULTURAL
Contexto: debates entre el formalismo ruso y
el marxismo. Rusia años ‘20.
Parte de la escena de efervescencia cultural
que ronda la Revolución
de octubre. Polémica desde el Círculo de Bajtin. Discusión sobre lenguaje y
revolución, arte y revolución.
Enigma de las tres firmas: Voloshinov, Medvedev,
Bajtin. Amigos personales y compañeros de discusión intelectual, parte de un proyecto
colectivo.
Polemiza tanto con los formalistas como con
la sociología marxista en su enfoque de la literatura y el arte. Reconoce en
ambos parte de razón y error.
En cuanto a los formalistas: especificidad
literaria en análisis inmanentes. FORMA.
Bajtin se niega a ver en la literatura una
operación meramente formal. La forma no es autónoma.
En cuanto a los marxistas (y la teoría del
reflejo): les cuestiona que no puede separarse forma y contenido en el análisis
literario. Contenido, historia, ideología no son externas a la obra.
Bajtin combina ambas posiciones,
cuestionándolas a la vez. Reconoce la especificidad de lo literario, su
condición de ser un hecho del lenguaje, pero entiende la obra como un producto
ideológicamente relacionado con su entorno socio-histórico. La lengua es
ideológica. La ideología y la historia no están fuera de la obra, son su
inmanencia.
También establece una discusión con la
concepción de Saussure (la oposición lengua-habla. En la perspectiva del autor,
lo que debe estudiarse es la lengua en tanto universal y ahistórica). Por el
contrario, el Círculo de Bajtin plantea que hay que reconocer en la lengua su
dimensión social, sus tensiones, y la concibe como un espacio de resistencia al
poder. La palabra como espacio de combate (Voloshinov, Marxismo y filosofía del lenguaje, 1929). El signo no es abstracto
sino material y valorativo. ¿Por qué la lengua cambia? Porque entra en ella la
historia. Por eso, optan por estudiar el habla,
y no la lengua.
Raleado y perseguido por el estalinismo, es
condenado a oscuros puestos de docente de provincia o ni siquiera eso. Muchos
de sus amigos son asesinados. 1930: se prohíbe el formalismo. Dispersión de la
escena intelectual. Su tesis sobre Francois Rabelais (1494-1553) es rechazada y
menospreciada por la academia estalinista. Recién es redescubierto en los ‘60.
En 1956, Jakobson lo menciona en una conferencia. Un grupo de alumnos descubre
la tesis y propone publicarla, y reeditar su libro sobre Dostoievski. Con
algunas concesiones a la censura, logran hacerlo años después. Descubren además
que Bajtin todavía vive. Cuando lo publican en URSS tardíamente, explican su
silenciamiento de tantos años en términos de “razones personales”.
Mijail Bajtin, La cultura popular en la edad
media y el renacimiento (1933)
Nociones clave:
POLIFONIA o DIALOGISMO: multiplicidad de
voces en cualquier texto, más allá del narrador.
CRONOTOPO: modo de intervinculación entre
parámetros temporales y espaciales. Modo concreto en que el tiempo y el espacio
se relacionan en la literatura y el arte.
En el caso que analiza Bajtin, se trata del
cronotopo del carnaval: plaza
pública festiva. Lugar importante de esas prácticas en la vida del hombre
medieval que se remontan a la antigüedad, y que fueron desplazadas e
incomprendidas en la
Modernidad.
El carnaval ocurre en la plaza pública en la
que se establecen contactos libres de cualquier distancia social, económica, de
cualquier jerarquía. No hay público ni actores, no hay escenario. Todos
participan. Unidad popular. No tiene la forma de un espectáculo teatral y no
está dentro del dominio del arte. Está situado en las fronteras entre el arte y
la vida. Es la vida misma, presentada con los elementos característicos del
juego. Los espectadores no asisten al carnaval, sino que lo viven. No hay
frontera espacial. Es universal.
CARNAVAL como fiesta popular, festejo de culturas
agrícolas. Renacer primaveral después del invierno. La vida (colectiva) resurge
después de la muerte.
Todo sigue, todo renace. Conciencia
temporal. La muerte embarazada. Todo se destruye y se renueva.
Carnaval como espectáculo, mito y rito en el
que confluyen la exaltación de la fertilidad y la abundancia, la jocosa
inversión de todos los valores y jerarquías, el sentido cósmico del fluir
destructor y regenerador del tiempo. Esta cultura se opone expresamente al
dogmatismo y a la seriedad de la cultura de las clases dominantes.
“Ofrecen una visión de mundo, del hombre y
de las relaciones humanas, deliberadamente no oficial, exterior a la Iglesia y al Estado;
parecían haber construido, al lado del mundo oficial, un segundo mundo y una
segunda vida a la que los hombres de la Edad Media pertenecían”
Conciencia de que ningún poder es eterno.
Expulsión del miedo. Alegría popular.
La risa del carnaval es negativa (crítica) y
positiva (júbilo). Aproximación, familiarización con eso desconocido.
Un mundo al revés, donde los excluidos (los
tontos, los feos, los deformes) reinan por un día. Inversión del mundo.
Abolición del orden jerárquico.
Manifestación de una cultura no oficial
paralela, espacio de resistencia contra el poder y a la vez canalización
catártica de esa resistencia.
Modos de representación estética diferentes
a los oficiales, tanto escritos como orales, en latín y lengua vulgar (farsas,
poemas, pregones).
Clasifica en tres zonas las manifestaciones
de esta cultura:
1)
Formas y rituales del espectáculo (representados en la plaza pública)
2)
Obras cómicas verbales, orales y escritas.
3)
Diversas formas de vocabulario familiar y grosero.
Carácter ritual del carnaval: creación de un
lenguaje propio, alternativo. Insulto, maldición, invectiva. Voz del pueblo.
Plurilingüismo en la feria: coexistencia de
distintos dialectos y lenguajes nacionales, y distintos sistemas valorativos
del mundo. Lugar donde la comunidad se entrecruza con otros.
Dialogismo o polifonía: entre palabras y
cosas, experimentados diferente. Lo carnavalesco de la sociedad es el cruce de
muchas lenguas, pluralidad de voces.
Mezcla espontánea de valores, fenómenos y
cosas.
Se disuelven los límites entre lo sagrado y
lo profano. Lo sublime y lo ínfimo. Lo sabio y lo tonto.
Profanaciones (parodias, obscenidades).
Cultura cómica popular que es fuerte en la Edad Media y el
Renacimiento, y es cercenada en la Modernidad. Queda en un lugar residual en el
romanticismo (y traza una línea de continuidad en el realismo y las
vanguardias). Lo grotesco (realismo grotesco: tipo específico de imágenes de la
cultura cómica popular en todas sus manifestaciones).
Cuerpo como protagonista: erotismo,
alimentación, defecación. Fertilidad y tumba: la tierra, la madre. Hacerse y
deshacerse.
Diferencia con el cuerpo en el Renacimiento
(perfecto, alejado de los extremos. Pierde su ambivalencia regeneradora). Lo
inferior separado de la mente. El individuo separado del colectivo.
CIRCULARIDAD
CULTURAL
Su tesis de la circularidad cultural es que el
cronotopo del carnaval genera o gesta formas estéticas que dan lugar a la NOVELA ,
en los albores de la modernidad. Línea popular alternativa desarrollada en la
plaza pública, con la tolerancia de los poderes de Estado. Cultura alternativa
sin prestigio académico ni oficial, que penetra el arte culto y produce formas
absolutamente nuevas de representación estética en el cruce subversivo y
productivo con la tradición oficial.
REALISMO GROTESCO: modo de representación de
la realidad que permite su cuestionamiento. Contexto polifónico, diversas voces
que conviven en la literatura de Rabelais. Apropiación de la palabra ajena.
Relaciones entre cultura popular y cultura
alta: lo que se reprime en una reaparece y se reconvierte en la otra. El
Carnaval como festividad popular reaparece en la forma literaria moderna por
excelencia: la novela.
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