martes, 26 de agosto de 2014

Guía del Teórico 1 (Unidad I)

Universidad de Buenos Aires
Facultad de Filosofía y Letras
Carrera de Edición


Teoría de los Medios y la Cultura (2014)
Cátedra Ana Longoni
Guía del Teórico 1 (Unidad I)

Luego de recorrer el programa de la materia y explicar la modalidad de la cursada, la inscripción a prácticos, etc., se debatió sobre la noción de cultura y culturas (en plural).

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CULTURA. HISTORIA DEL CONCEPTO.
Usos múltiples del término en el lenguaje corriente / sentido común actual
(predominio de la asociación entre cultura / erudición, alta cultura)

Complejidad y polisemia de la palabra “cultura”. Complejo desarrollo sufrido por el concepto. Es uno de los términos con más acepciones en las ciencias sociales y las humanidades. Según Grimson: “puede designar los procesos de significación, o bien el excedente de sentido, pero también puede remitir a estilos de vida e incluso a la antigua idea de ‘alta cultura’”.

La etimología vincula “cultura” con el mundo agrícola. Aludía a los instrumentos, las prácticas, las relaciones y los saberes que garantizan la subsistencia y la continuidad de la comunidad. “Crecimiento y marcha de las cosechas y los animales y, por extensión, el crecimiento y la marcha de las facultades humanas” (RW, p. 22).

El cultivo de la tierra requería no sólo herramientas sino también un conocimiento del ciclo anual (época de siembra, temporadas de lluvia, tiempo de cosecha). En torno al ciclo agrícola, se organiza toda la vida de un pueblo, no sólo la económica, sino también la social y la cultural: una serie de creencias que le daban un ordenamiento a ese mundo.

En los siglos XVII y XVIII, muchos pensadores de la aristocracia recurrieron a la metáfora “cultivar el espíritu” de los hombres, para moldear su naturaleza y cosechar una estirpe capaz de gobernar sus instintos, sus pasiones dañinas y extraer lo mejor de sí en beneficio de los otros y de la sociedad. Se llamó a esta propuesta de gobierno “meritocracia”, es decir: el “gobierno de las personas cultas”, cultivadas. La llamada intelligentsia es el término tomado del idioma ruso para referirse a la “intelectualidad”. Designa al grupo de personas que ejerce o pretende ejercer un liderazgo social y cultural en virtud de supuestas cualidades de excelencia que sólo ese grupo posee y se propone como la elite o grupo selecto capaz de formular el mejor gobierno.

Esa propuesta es desplazada, cuando la nueva clase en ascenso, la burguesía, desconozca el derecho de antiguas élites a gobernar, y reclame el poder para aquellos que producen la riqueza de una sociedad (aunque en la práctica esta propuesta se restringiera a los mismos burgueses).
Entonces, el término cultura se refugia en su “torre de marfil”, una nueva metáfora para aludir a los grupos reducidos que se aíslan del “mundanal ruido” del tráfico comercial, de la dura realidad social, de la corruptible política, y buscan la perfección espiritual, a través del conocimiento y la práctica de la alta literatura, las bellas artes, la música culta.
Cultura” deja así de asociarse al orden de lo material, para pasar a referirse al orden de lo espiritual. La aspiración a la perfección y a lo elevado parecía bastarse a sí misma, se separaba de un mundo bullicioso y multitudinario, difícil de comprender y hostil, alterado por grandes revoluciones tecnológicas y sociales.

RAYMOND WILLIAMS: DOS ACEPCIONES DE CULTURA

En el capítulo “Cultura” de Marxismo y Literatura, que trabajarán en el primer práctico, Williams propone una génesis histórica de dicho término. El concepto que prima hasta el siglo XVIII es cultura de algo. Entonces se incorpora la noción de civilización (ordenar, ubicar a los hombres dentro de una organización social), como sinónimo de cultura. Luego, los términos se vuelven divergentes (a partir de oposiciones como superficial/ profundo, artificial/ natural, urbanidad y lujo/ humanidad, exterior/ interior, etc.). Civilización se equipara a lo que hoy llamamos sociedad, y cultura empieza a asociarse a “vida interior”, subjetividad, imaginación, “lo individual”.

Doble acepción (ambas coexisten)

AMPLIA                                                                                 RESTRINGIDA
(nuevo)                                                                                  (tradicional)
MODO TOTAL DE VIDA                                         LAS ARTES Y LO APRENDIDO
Proceso social total                                                Proceso interno históricamente acotado, especializado en
Ideas, prácticas, relaciones                                  la vida intelectual y las artes.
en las que los hombres definen y configuran
sus vidas      

Nexo entre cultura y experiencia                          Alta cultura/ cultura popular.

Proceso social que lleva a generar
distintos “estilos de vida”                                        Producción, circulación y consumo
 de bienes simbólicos.



Williams propone considerar la “cultura” a partir de una doble acepción del término, que llamaremos “amplia” y “restringida”.
Para él, “cultura” es a la vez el nombre de un proceso “interno”, históricamente acotado, especializado en la vida intelectual y las artes (definición restringida), y al mismo tiempo es también el nombre del proceso social que lleva a generar distintos “estilos de vida”; el “proceso social total” en el que los hombres definen y configuran sus vidas (definición amplia).
La concepción restringida que propone Williams incluye las “artes” y “humanidades”, los objetos simbólicos y sus leyes de constitución, transmisión y consumo, y la consideración del espacio donde se generan, en el que conviven las producciones de la alta cultura con las de la cultura popular. Incluye el arte, la filosofía, los usos y costumbres estéticos, la educación humanística, las obras de autor y las anónimas, las tradiciones y las novedades (Altamirano/ Sarlo, p. 26).

En cuanto a la definición amplia que propone Williams, entender a la cultura como sistema total de vida, permite incluir en ese concepto no sólo las ideas sino también las prácticas y las relaciones entre los hombres. Se privilegia el nexo entre cultura y experiencia social, y se piensa la cultura como proceso material y espacio de conflictos. “Estilos de vida”: culturas plurales.
Práctica cultural y producción cultural son elementos esenciales en la constitución del orden social, no sus derivados.

También define cultura como el sistema significante a través del cual necesariamente (aunque entre otros medios) un orden social se comunica, se reproduce, se experimenta y se investiga.
La producción y prácticas culturales manifiestas: relación entre instituciones y formaciones culturales con los medios materiales de producción cultural y las formas culturales propiamente dichas.

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Finalmente se proyectó la primera película de nuestro cine-club,  “The plumber”/ “El plomero” o “El visitante”, de Peter Weir (realizada para la TV en Australia, 1979), proponiendo analizarla a partir del concepto de cultura/s. Algunas de las ideas que surgieron en el debate se sintetizan a continuación.
La película aborda de manera compleja el conflicto, la tensión latente o choque explícito entre culturas. Pueden rastrearse en ella diversos conflictos, que se expresan en las siguientes “dicotomías”: cultura occidental /no occidental. Cultura alta/popular. Cultura hegemónica/ contracultura. Códigos masculinos/ femeninos, el mundo privado, doméstico/ el mundo público, laboral.
Si el tema central de otra película de Weir (“La última ola”) aborda el choque entre una cultura occidental y otra no occidental que coexisten en Australia, en esta película las diferencias culturales aparecen sobre todo entre los dos protagonistas (la antropóloga y el plomero) que pueden conceptualizarse, respectivamente, como cultura alta/ baja, culto/ popular o masivo, ciencia/ saberes populares. La cultura originaria (sus rituales, su concepción del mundo, etc.) aparece de manera lateral, como objeto de estudio de la antropóloga y de su marido, investigador médico.
La diferencia o conflicto entre alta cultura y cultura popular se vincula aquí a la cuestión de clase, propiedad, dinero, lujo, fortuna, haber asistido a una escuela privada, tener acceso a la universidad, a becas y viajes, a una cultura cosmopolita y snob (yoga, new age, ropa japonesa, comida étnica, etc.), gastar en un reloj caro. También se expresa en términos de lenguaje (hablar correctamente o no).
El plomero posee un saber técnico específico que no tienen los demás (su “oficio”), pero además se define a sí mismo como “cantante folk”. Manifiesta una posición crítica (e iracunda) ante el orden establecido, el predominio del mercado discográfico, el sometimiento a la industria cultural de figuras como Dylan y Jagger. Habla de la discriminación que ejercen los intelectuales universitarios hacia los trabajadores, el personal “de servicio”, los “palurdos”. Reivindica que la universidad es de todos los contribuyentes. Defiende el rock como contracultura, crítica social, y su pasado de robar a los ricos como acto de justicia. Vegetarianismo, consumo de drogas asociado a culturas alternativas.
La antropóloga estudia la otredad cultural de pueblos no occidentales (ritos tribales en Papúa Guinea) como una extrañeza exótica, distante, decorativa, de colección. Pero la otredad cotidiana y próxima -encarnada en la figura del plomero-, la invasión de su espacio íntimo (su casa, su rutina), le termina resultando intolerable. Prefiere la extrañeza “antropológica” que se explica en términos de ciencia (la tesis, la etnografía), al roce con miembros de los “sectores populares”. La película permite abordar las miradas científicas (antropológica/biológica o médica) sobre la otra cultura. La explicación médico-científica (el impacto de la comida chatarra) ante la explicación antropológica (el “kuru” o ritual antropófago de comer el cerebro u otras partes del antepasado muerto para heredar su sabiduría), despreciada por el paradigma científico como “intuición”.
¿Pero qué pasa frente a un “otro” inmediato, urbano, blanco? Se percibe como extrañeza, amenaza, como invasión. Como monstruo (la cuestión de los prejuicios ante lo que no se experimentó o frente a lo que no se conoce). El otro pone en peligro la creencia de lo que uno es, sus valores, su identidad. El otro desata miedo, es raro e invasivo (anécdotas sobre el travesti y el supuesto violador).
En el caso del plomero, su intento de aproximarse a la “otra” establece mecanismos de seducción o simpatía que para ella resultan invasivos y desubicados. Alusiones a la caída del cabello del marido como rasgo de debilidad de los intelectuales. En la escena final, aparecen ambos protagonistas claramente confrontados: él la tilda de puta, ella, de ex preso y ladrón.
Valores éticos trastocados. La “culta” abandona su corrección política inicial y termina entregando a la policía al “ignorante” a partir de una falsa denuncia. Construcción no maniquea de los personajes, que no pueden clasificarse en buenos y malos.

Relación con otros materiales (de cine y literatura), como el cuento “Casa tomada” (Julio Cortazar) o la película “El hombre de al lado” (Cohn y Duprat).

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