jueves, 23 de octubre de 2014

Guia del Teorico 9 (unidad 4)

Unidad 4: Modernidades y vanguardias
La experiencia de la Modernidad. La gran división entre alta cultura y cultura de masas. La revolución de las vanguardias en el arte del siglo XX (y más allá de él). Distintas posiciones en la teoría de la vanguardia. La vanguardia como avanzada de la sensibilidad de su tiempo. La vanguardia como autocrítica de la autonomía del arte. Noción de Institución Arte. Movimientos históricos de vanguardias, neovanguardias, posvanguardias: por una historia secreta del siglo XX. La noción de montaje. Algunos procedimientos de vanguardias: collages y fotomontajes. Dadá. Los ready-made de Duchamp. Vanguardias soviéticas.


Bibliografía obligatoria

T 9: Berman, Marshall, “Introducción. La modernidad: ayer, hoy y mañana” a: Todo lo sólido se desvanece en el aire, México, Siglo XXI, 2003 (pp. 1-27).

T 9: Huyssen, Andreas, “Introducción” a: Después de la gran división, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2002 (pp. 5-15).

T 10: Marcus, Greil, "Prólogo", en Rastros de carmín. Una historia secreta del Siglo XX, Barcelona, Anagrama, 1993, pp. 1-33

T 10: Escobar, Ticio, “Modernidades paralelas”, en: El arte fuera de sí, Asunción, FONDEC, 2004 (pp. 21-30 y 53-59).

T 10: Garramuño, Florencia, “Introducción” a Modernidades primitivas. Tango, samba y nación, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007.

T 10: Longoni, Ana y Fernando Davis. “Vanguardias, neovanguardias, posvanguardias: cartografías de un debate”, en: revista Katatay, año V, n° 7, La Plata, septiembre de 2009 (pp. 6-11).

T 10: Foster, Hal, Rosalind Krauss, Yve-Alain Bois y Benjamin Buchloh, Arte desde 1900. Modernidad, antimodernidad, posmodernidad, Madrid, Akal, 2006 

P 10: Dossier de manifiestos y poemas de vanguardia.
P 11: Bürger, Peter, “La historicidad de las categorías estéticas” y “Vanguardia como autocrítica del arte en la sociedad burguesa”, en: Teoría de la vanguardia, Barcelona, Península, 1987.

P 11: Aguilar, Gonzalo, “Formas de las vanguardias”, en: Poesía concreta brasileña, Rosario, Beatriz Viterbo, 2003.

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  1. MODERNIDAD: DIFERENTES ÉNFASIS PARA DEFINIRLA
-Joseph Picó (en Modernidad y posmodernidad) define modernidad como un proceso histórico que se presenta como emancipador de la sociedad, tanto en su vertiente burguesa como en la crítica marxista. La primera línea se alimentó de los postulados de la Revolución Francesa, las doctrinas sociales del liberalismo. La segunda, surgió con la economía política de Marx y se extendió hasta la Escuela de Frankfurt.
La razón ilustrada burguesa nace de la lucha contra el Estado absoluto; la modernidad es la llegada del hombre a su madurez, el reclamo de la libertad individual y el derecho a la igualdad ante la ley. Se plantea construir un mundo inteligible, donde la razón institucionalice el juego de las fuerzas políticas, económicas y sociales en base al libre contrato entre seres iguales. El Estado como árbitro conciliador entre el interés particular y el universal. El fracaso de la razón burguesa se pone de manifiesto en los siglos XIX y XX.
-Nicolás Casullo (en Itinerarios de la modernidad) define la Modernidad como “una condición de la historia”, que comienza a darse de manera autoconsciente en Europa hacia los siglos XVII y XVIII.
En su introducción a la antología El debate modernidad/posmodernidad, el filósofo señala que algunos autores ubican este proceso un poco antes, en el Renacimiento, particularmente en los siglos XV y XVI.
El término se usaba desde el siglo V, pero es entre los siglos XVII y XVIII que adquiere su perfil específico. Distintos hechos (descubrimientos científicos, avances tecnológicos, revoluciones industriales) a los que asiste la humanidad le hacen consciente que vive esa modernización de la historia. Es por lo tanto un proceso de nueva comprensión de lo real, del sujeto y de las cosas, del yo y de la naturaleza, de las formas de conocer esa naturaleza. Se produce también la caída, el agotamiento de una vieja representación del mundo regida por lo teológico (el mundo según los designios de Dios). El sujeto se autonomiza moralmente respecto de la idea de Dios. Libre albedrío.
Ideologías de libertad, individualidad creadora.
El pensamiento romántico y el de la Ilustración (el imperio de la razón) atraviesan toda la Modernidad. Celebración de la razón técnica. Libertad del hombre. Los ideales de la Revolución Francesa, que, como dice Habermas, son un proyecto incompleto, inconcluso.
Racionalización del mundo a partir de saberes autónomos: ciencia, moral o ética, arte. La experimentación científica y los avances técnicos componen el paisaje de lo moderno.
La razón, dice Casullo, reinstitucionaliza el mundo. Contexto del Siglo de las Luces. Ilustración, racionalismo filosófico francés, iluminismo, romanticismo alemán. Revolución Industrial en Inglaterra. El pensamiento parece imponer sus leyes sobre el acontecer.
Angustia frente a la naturaleza.
Justamente la pregunta central en la obra de Adorno tiene que ver con la “pregunta por la tensión intrínseca del despliegue de la razón en el mundo moderno” (Forster). La razón, a la vez, como deudora de los ideales de la Ilustración, y generadora de formas que van a devorar esos ideales. Crítica y dominación, al mismo tiempo. Como bien señalan los teóricos de Frankfurt, la razón implica a su otro: la violencia, la irracionalidad, la barbarie, Auschwitz. Crítica de la razón ilustrada, la razón como mito. O como dice Benjamin (lo vimos en la Unidad III): “todo acto de cultura es a la vez un documento de barbarie”.
Objetivización de la historia. Proceso esperanzador (confianza en el progreso indefinido). Un horizonte, una cosmovisión común, un mundo de “grandes relatos” (por ejemplo, la Revolución, la Democracia, la Nación, etc.).
La Modernidad es también el discurso de la crítica. “Un pensamiento que avanza e infinidad de variables reflexivas que están de acuerdo o no con ese avance”. La fortaleza de la Modernidad es que no puede ser pensada como terminada.
Crisis y crítica: Nicolás Casullo define la modernidad como crisis y como crítica. En cuanto a la crisis, la considera una característica de lo moderno desde su génesis. En cuanto a la crítica, también es una constante de la cultura occidental: las formas de la crítica sobre sí misma, las controversias y respuestas distintas ante las incertidumbres de nuestra época.
La modernidad como maduración de los lenguajes del hombre ante la Historia. Madurez en la biografía humana.

  1. MODERNIDAD COMO EXPERIENCIA
MARSHALL BERMAN, TODO LO SÓLIDO SE DESVANECE EN EL AIRE
Marshall Berman (1940-2013) nació y vivió en el Bronx, barrio popular neoyorquino.
Todo lo sólido se desvanece en el aire (primera edición en inglés en 1982). Se trata de un libro muy leído hace unos años, que siguió reeditándose hasta hoy. Allí, el autor propone un conjunto de hipótesis muy sugerentes para pensar la subjetividad moderna, para pensarnos como sujetos modernos. El título proviene de la frase de Marx, de El manifiesto Comunista, que justamente analiza en uno de los capítulos.
Explora la idea de la modernidad como experiencia (como reza el subtítulo). La subjetividad en la modernidad tiene que ver con la experiencia de masas, la multitud (Baudelaire). La percepción del tiempo cuadriculado y vertiginoso. Metrópolis: anonimato, pérdida de identidad, marginación. En la visión de Berman, esa experiencia genera optimismo o pesimismo. Utopía o escepticismo. Violencia o esperanza.
El autor se propone examinar las dimensiones del significado, las ambigüedades y las ironías de la vida moderna. Desde Goethe, Marx y Baudelaire hasta la vida actual en su barrio de Nueva York, atravesado por autopistas: “cómo esas personas comparten, esos libros y entornos expresan ciertas preocupaciones específicamente modernas. Los mueve el deseo de cambiar –de transformarse y de transformar su mundo- y el miedo a la desorientación y la desintegración, a que su vida se haga trizas” (prefacio).
Ser modernos es vivir una serie de paradojas y contradicciones. A la vez, ser revolucionario y conservador. No se trata de resolver esas contradicciones, sino de comprenderlas. Tampoco de optar por un extremo y otro, la exaltación o el rechazo. Tomar partido unilateralmente es tener una experiencia empobrecida, dice Berman.
Dedica el libro a la memoria de su pequeño hijo Marc, y piensa en la enorme tragedia personal de su muerte desde la paradoja de ser moderno: “Su vida y su muerte acercan al hogar muchos de los temas e ideas del libro: la idea de que los que están más felices en el hogar como él lo estaba, en el mundo moderno pueden ser los más vulnerables a los demonios que lo rondan; la idea de que la rutina cotidiana de los parques y las bicicletas, de las compras, las comidas y las limpiezas, de los abrazos y besos habituales, puede ser no solo infinitamente gozosa y bella, sino también infinitamente precaria y frágil; que mantener esta vida puede costar luchas desesperadas y heroicas, y que a veces perdemos”.

CÓMO DEFINE BERMAN A LA MODERNIDAD. El autor define la modernidad como una forma de experiencia vital que comparten los hombres y mujeres de todo el mundo de hoy y desde hace cinco siglos. PARADOJA: Ser modernos es ser parte de un entorno que nos promete aventuras, poder, alegría, crecimiento, transformación de nosotros y del mundo, y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, sabemos y somos.
Esa percepción da lugar a numerosos mitos nostálgicos de un paraíso perdido premoderno. Pero 500 años de modernidad, a pesar de vivirse como una amenaza radical a la historia y a las tradiciones, también han generado una historia rica y muchas tradiciones propias.
El proceso surge con grandes descubrimientos científicos (que cambian nuestro lugar en el universo), la industrialización de la producción, la aceleración del ritmo de vida, enormes alteraciones demográficas, el crecimiento urbano, rápido y caótico, el desarrollo de los medios de comunicación de masas, Estados poderosos, movimientos sociales masivos, nuevas formas de lucha de clases. Una vorágine incesante nombrada como modernización.
Estos procesos de la historia nutren una serie de ideas y visiones para apropiarse de esta vorágine y hacerla suya -cambiar el mundo que está cambiándolos a ellos- que se conocen como modernismo.

TRES FASES DE LA MODERNIDAD
  1. S. XV hasta fines del S. XVIII. La experiencia de la vida moderna es caótica, a ciegas. Rousseau.
  2. Desde la Revolución Francesa al S. XIX. Surge el gran público moderno, que comparte la visión de estar viviendo una época revolucionaria, de insurrecciones explosivas. La era de las revoluciones, según el historiador Eric Hobsbawm.
  3. S. XX, expansión mundial de la modernización. La idea de modernidad pierde su capacidad de organizar y dar significado a la vida de las personas.

Aparece en la modernidad la idea del arte y del artista confrontando con el mercado y sus mandatos. La idea de bohemia, de artista marginal, que defiende la autenticidad de su arte más allá de lo que regule el mercado.
(Se puede relacionar con la emergencia del campo literario y artístico en Francia, según Bourdieu)


DISTINCIÓN ENTRE MODERNIDAD / MODERNISMO /MODERNIZACIÓN.
Modernismo designa formas culturales (literarias, artísticas) precisas, dentro de la modernidad, pero no exclusivas. Proceso en el arte, la cultura, la sensibilidad.
Modernización refiere a procesos económicos (industrialización), técnicos y políticos.
Berman plantea la tesis de la "interacción dialéctica entre el despliegue de la modernización del medio -y particularmente del medio urbano- y el desarrollo del arte y el pensamiento modernistas" (diálogo que se suspende desde los años '50 del siglo XX).

FIGURA DE LA REVOLUCIÓN: pasaje de la restauración a lo inédito. Otra Historia. Conciencia de que lo moderno se arranca del pasado. La Revolución como acontecimiento pero también como su difusión (relato).
Lo moderno se arranca del pasado a pesar de la conciencia de sí.
Casullo: “La revolución será caos o mito fundador, obra diabólica o afortunada”, ambas caras a la vez. Sólo el hombre define qué significa para él.
Berman rastrea la idea de revolución desde el siglo XIX y sus diferentes líneas en el siglo XX.
Marx y Nietzche, a quienes equipara porque fueron los que mejor supieron detectar el nuevo espíritu (emergente) de su época: El sujeto moderno puede comprender su destino y luchar contra él.

Nietzsche (1880): “Un mundo en el que todo está preñado de su contrario”.

“Lo distintivo y notable de la voz que comparten Marx y Nietzsche no es solamente su ritmo frenético, su energía vibrante, su riqueza imaginativa, (...) sino su disposición a volverse sobre sí misma, a cuestionarse y negar todo lo que se ha dicho”.
VIVIR/PENSAR LA CONTRADICCIÓN. Ambos pensadores eran a la vez enemigos y entusiastas de la vida moderna.
En el capítulo sobre Baudelaire, llamado “El modernismo en la calle”, Berman entiende al poeta como hombre corriente, que se sumerge en el caos del movimiento de la vida cotidiana moderna. Con todos los riesgos y peligros que implica, se zambulle en medio de la multitud. Esto le provee una experiencia que es a la vez de violencia y de libertad.

El fracaso de los modernismos y antimodernismos de los ‘60 dejó esa discusión fuera del mapa. El único que plantea la cuestión en los ‘70 es Foucault: nadie tiene posibilidad de ser libre. Cualquier crítica es parte de la máquina panóptica, somos parte de los engranajes del poder omnímodo y normalizador.
Berman propone rescatar el modernismo del S. XIX dinámico y dialéctico como manera de iluminar el futuro.

  1. EL DEBATE MODERNIDAD / POSMODERNIDAD
Fue una discusión central en el campo intelectual de los años ‘80. Controversia de una época. ¿Nueva condición del mundo?
Cultura alta / cultura baja, cultura popular y masiva/ industria cultural.
Razón cuestionada en las artes, ciencias sociales y literatura. Estudios culturales: amplitud contra especificidades temáticas o disciplinarias.

Distintos vectores: Posestructuralismo francés, Lyotard, La condición posmoderna (1979) / Teoría crítica alemana. Habermas, Teoría de la acción comunicativa / Sociología neoconservadora, Daniel Bell.

¿POSMODERNISMO COMO CRISIS O CRÍTICA DE LA MODERNIDAD?
La crisis del proyecto de la modernidad implica una crisis de las teorías críticas que cuestionaron la sociedad capitalista y la cultura burguesa desde la perspectiva de una racionalidad ilustrada utópica. Desconsuelo ante la historia.
En ese sentido, se habla del FIN DE LA MODERNIDAD
Crítica como constante de la cultura occidental: las formas de la crítica sobre sí misma. Reflexión sobre las cosmovisiones que estructuran el mundo histórico. Espacio de respuestas a las incertidumbres.
Posmodernidad entendida como crisis de la modernidad, de la razón, de la Ilustración. Crítica del universo de discursos, subjetividades, representaciones sociales, mitos, que significó la condición moderna del hombre y su historia.
Respuestas: ¿Crisis como sentimiento de época? Sin embargo estuvo presente desde la génesis de lo moderno.
CONCLUSIÓN: CRISIS Y CRÍTICA SON CONSTANTES EN LA MODERNIDAD. En ese sentido, se puede entender la posmodernidad como una nueva fase de la modernidad.

CONTRASTES ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD

MODERNIDAD // POSMODERNIDAD
  • Totalidad // Fragmentación
  • Razón // Afectos, pasiones, crisis del sujeto
  • Ciencia // Caída de los grandes relatos
  • Progreso // Puro presente, nostalgia del pasado (vintage)
  • Revolución// Fin de las utopías
  • Objetividad // Subjetividad
  • Lineal // Relativismo- multiplicidad
  • Libertad individual // Derecho de igualdad ante la ley contra la opresión
  • Historia // Ahistoricidad
  • Estado Nación// Globalización
  • Producción// Consumo
  • (Macro)política // (Micro)políticas
  • Disciplina // Interdisciplinariedad

POSMODERNIDAD - El giro lingüístico o cultural


El posmodernismo, cuyas características constitutivas son, para Jameson, la extensión de lo estético a todos los ámbitos, la nueva cultura de la imagen o del simulacro, la cultura de lo efímero y el debilitamiento de la historicidad (Jameson, 1987; 16-22), aparece como una negación de la capacidad utópica que alimenta a la modernidad.
Saturación de imágenes e información. Estética del pastiche.

-          Fracaso de la razón burguesa y del Estado burgués. Drama de lo irresuelto.
-          Agotamiento del proyecto de la modernidad y sus grandes relatos legitimadores (licuación, pérdida de legitimidad de aquellas narraciones modernas que funcionaron como filosofías de la Historia: Progreso, Revolución. Redención de la humanidad, realización de la Historia. (revolución como lo inédito, conmoción social que devela la posibilidad de otra Historia. Caos o mito fundador).
-          Una cultura sin legados que cumplir, sin sueños omnicomprensivos.
-          Fragilidad/ Desencanto/ Incertidumbre/ Desconsuelo ante la historia/ Melancolía y nostalgia
-          Sujeto vaciado de potestades, ya no es conciencia autónoma. Crisis del sujeto (individuo, clase, humanidad).
-          Permanencia de la crisis de valores
-          Fragmentación extrema de la experiencia del hombre, dominado por lógicas tecno-urbanas, masivas, consumistas.
-          Desvanecimiento de lo real (residuo cadavérico). Mediaciones comunicativas, técnicas. Abismo entre el lenguaje y lo real.
-          Pluralidad de lenguajes/ relatividad de la verdad. El lenguaje ya no establece un orden visible frente al caos; anarquía de lo real, sinsentido.
-          No hay confianza en el progreso ni en el futuro. Puro presente cuya única finalidad es su pura reproducción. Presente se ve como inmodificable, saturado de espectáculos, escenografías y simulacros.
-          Las tecnologías de la información han modificado radicalmente nuestra experiencia del tiempo y el espacio (reduce los acontecimientos al plano de la simultaneidad / información saturada de todos los hechos, sin selección ni jerarquía, sin tradición selectiva, impidiendo los relatos que componían la historia a partir de la idea de progreso o desarrollo). El libro de Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo, escrito en los años sesenta, da cuenta tempranamente de esa conversión.
-          Progreso tecnoindustrial agudiza las diferencias materiales y la “oscuridad de los futuros”.
-          Saber científico, convertido en potencia para barbarizar y extinguir la Historia.
-          Anulación de la experiencia de la historia: ahistoricidad. Fragmentación de las totalidades
-          Culturas en plural
-          Vaciamiento de las utopías
-          No lugares
-          Sociedad de consumidores
-          Saturación comunicativa.
-          Amplitud contra especificidades temáticas o disciplinarias


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