CAMPO ARTÍSTICO Y LITERARIO EN ARGENTINA
La emergencia y
consolidación del campo artístico y la profesionalización del artista en
Argentina (comparación entre Francia y Argentina).
Laura Malosetti
Costa es autora de
Los primeros modernos. Arte y sociedad en Buenos Aires a fines del siglo XIX,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001, 455 páginas.
Allí analiza las
producciones e intervenciones de un grupo de pintores argentinos conocido como
la “generación del ’80”.
Malosetti recurre a herramientas
conceptuales provenientes de un vasto marco que va desde los “modos de ver” del
crítico y escritor inglés John Berger, pasa por los infaltables R. Williams y
P. Bourdieu, incluye a T. Clark, Th. Crow, E. Said, R. Rydell, y las
consideraciones acerca del estilo del historiador del arte polaco, Jan
Bialostocki.
La autora propone leer las obras de arte no
sólo como repertorio de recursos formales sino, fundamentalmente, como
intervenciones complejas, como artefactos culturales que delinean estrategias: esto
es, entenderlas como “gestos deliberados que resultan de una toma de posición
respecto de las problemáticas del arte, la política y la sociedad en el medio
al que pertenecían [los artistas] y que constituía su permanente punto de
referencia”.
Campo artístico
argentino:
- Grupo de pintores: Schiaffino, Sívori, De la Cárcova ,
- Surgimiento de instituciones específicas:
SEBA (Sociedad Estímulo de Bellas Artes), Ateneo. 1896: MNBA (Museo Nacional de
Bellas Artes). 1911, SN
- Idea de la pintura como arte (y ya no como
artesanía)
- Profesionalización del pintor (rol del
Estado como mecenas)
Situación previa: fin de la “conquista del
desierto”. Inmigración europea masiva. Relación entre clase dominante y elite
intelectual. Ley de Residencia. Modernización. Clase media: fuera de la órbita
elitista. (Varios de estos pintores son hijos de inmigrantes).
Viaje a Europa como instancia obligada de
formación.
Talleres, debates.
Vínculos de este grupo de pintores con el
proyecto de la generación del 80: imágenes para civilizar la nación, Imaginario
nacional.
Misión: educar el buen gusto y contra el
pasado bárbaro.
Elite intelectual que piensa que Bs As puede
ser capital internacional del arte.
Resistencia de la crítica, incomprensión del
público.
La profesionalización del pintor
La hipótesis que sustenta el libro es que a
fines del siglo XIX “ocurre la emergencia, apogeo y crisis de un proyecto
llevado adelante por una formación, y que la existencia de ese proyecto
y de esa sociedad de artistas articula y otorga una coherencia que hasta ahora
no ha sido puesta en evidencia, entre aquellas prácticas y las imágenes que
crearon esos artistas”.
El esfuerzo de la empresa realizada por
Laura Malosetti en “un campo hasta ahora marginal en el panorama de los
estudios culturales del período, el de las artes plásticas”, es en cierta
medida análogo y a la vez deudor reconocido de los trabajos pioneros de David
Viñas y de Beatriz Sarlo-Carlos Altamirano sobre la constitución del campo
literario y el proceso de profesionalización del escritor en Argentina. A
diferencia del escritor, la figura del pintor no contaba con el prestigio de
una actividad intelectual, sino que era apenas considerado un oficio en el que
la habilidad se demostraba en la copia fiel de la “realidad”.
A mediados de la década de 1870, un núcleo
de pintores inventa en nuestro medio “la vida de artista”. Schiaffino, Sívori y
otros jóvenes artistas se agruparon en la SEBA (Sociedad Estímulo de Bellas Artes), la
primera agrupación independiente de artistas con características modernas, que
“llevó a los artistas plásticos a tomar la delantera en términos de
profesionalización de sus actividades”. Con un programa explícito, de
intervención autoconsciente, no sólo se abocaron a alentar la aparición de las
primeras instituciones del campo, que funcionaron como ámbitos de sociabilidad
y de legitimación, sino a la intervención pública a través de la difusión de
ideas y polémicas en la prensa. También sus obras eran parte de este programa:
Schiaffino escribía que buscaba “defender en mis cuadros los derechos del
artista”.
La lectura que propone el libro se instala,
entonces, “entre un entramado de relaciones y decisiones colectivas que van
produciendo un campo artístico, y la presencia de ciertos artistas y de ciertas
obras clave que significaron avances decisivos en la formación y
fortalecimiento de esas redes y circuitos”.
Imágenes para civilizar la Nación
Dentro de los procesos de construcción de un
imaginario nacional, el libro se aboca a la detección de aquellos nudos
problemáticos de la cultura del período que posibilitan articular y dar sentido
al momento inaugural de la modernidad del arte argentino.
En torno al concepto clave de
“civilización”, el libro rastrea tanto las ideas como las representaciones
icónicas, y el modo en que fueron leídas por la crítica y (en la medida en que
ello puede reconstruirse) por el público de su tiempo:
“Nuestros pintores pretendieron
operar activamente con la difusión de sus obras [sobre la esfera de la
civilización]. Pretendían ‘educar el buen gusto’, ‘inculcar ideales’, ‘enseñar
verdades que dicta el espíritu’, erradicar no sólo la ignorancia y el ‘mal
gusto’ de las masas ‘inertes’ y de los nuevos burgueses materialistas sino
también los hábitos violentos de un pasado ‘bárbaro’”.
Como volvería a ocurrir –casi un siglo más
tarde– en la década de 1960, la elite intelectual sostuvo entonces con rotundo
optimismo que Buenos Aires podía llegar a ser la capital futura del arte
mundial. Esa ambición definió estrategias y posicionamientos que hoy pueden
resultar cargados de ingenua desmesura.
Y también, como en los años ’60, fue
evidente la dificultad de los críticos para aproximarse conceptualmente a lo
nuevo. Con la excepción del escritor entonces vinculado al socialismo Roberto
J. Payró (y sus textos en defensa de Schiaffino), la incomprensión de la
crítica contemporánea frente al proyecto moderno fue por momentos unánime.
Periféricos cosmopolitas.
La lectura en términos de centro/periferia,
coloca a las producciones realizadas en el margen en términos de retraso,
pobreza, lejanía. Hay que considerar desde una “perspectiva polivalente” como
la que proponen Ginzburg y Castelnuovo que no se trata de difusión sino de
conflicto. Y considerar las relaciones entre fenómenos
artísticos/extraartísticos en la complejidad de cada situación.
Diferencias con la
emergencia del campo artístico francés como lo describe Bourdieu: inexistencia
de las instituciones. Relaciones entre proyecto artístico y proyecto político
de la generación del ‘80.
Itinerarios de la pobreza.
Figura del dandy
(Viñas habla del gentleman para la literatura).
Pintores que no
renuncian a su pertenencia a la elite oligárquica pero a la vez adhieren a
ideas socialistas o anarquistas.
Obra disociada entre
el gusto burgués (¿Mercado?) y sus ideales políticos. Naturalismo, pobreza
urbana.
Sin pan y sin trabajo (1894) De la Cárcova , expuesta en El Ateneo.
Debate con Juan B.
Justo en La Vanguardia :
- Rechazo del medio expresivo (óleo) inadecuado
para comunicarse con el pueblo.
- Contraste con retrato de señora de elite.
- Ámbito donde se exhibe (Ateneo)
Segunda recepción
(1904) feria de Saint Louis, EEUU.
Exposición
Universal. Envío oficial de Schiaffino. Gran Premio. Imagen simbólica apropiada
por una audiencia popular en un contexto industrializado y sindicalizado. Se
activa una lectura política.
R. Giudici, La sopa de los pobres. Antítesis del
cuadro comercial. Único destinatario, un museo (lo compra el Estado).
Distintas
condiciones del campo, el Estado, la institución, el arte “moderno” entre
Europa y América Latina.
***
La
profesionalización del escritor en Argentina
Jorge Rivera, El escritor y la Industria Cultural
Datos de alfabetización, escolaridad y cantidad de
obras publicadas: números crecientes entre 1900-1930.
Aparece la idea de la
literatura como trabajo remunerado.
Situación previa:
Ediciones: los escritores
pagaban sus ediciones. Circulación restringida.
Biblioteca La Nación : clase media
ilustrada.
Stella, de César
Duayén. Best-seller: Nueva generación de escritores.
Nuevos lectores.
Circuitos menos
prestigiosos: folletín y kiosco.
Tradición selectiva:
nuestros maestros de la literatura argentina.
La forja del
escritor profesional
Tipología del
escritor heredero y el escritor profesional.
Ángel de Estrada. Gran
fortuna personal. Viaja, estudia y dispone de ocio suficiente para producir una
obra estetizante. Obra de circuito necesariamente restringido. La intención
económica no aparece o no existe. Modelo aristocrático: pequeñas ediciones de
lujo, dedicadas. “Mensajes del espíritu”.
Horacio Quiroga:
colabora con Caras y Caretas desde 1905. El medio le impone la forma (cuento
breve). Exigencia que impone un replanteo de la economía narrativa. Carácter
dominante: escribe por la motivación económica. Tirajes masivos de revistas que
llegan a miles de anónimos.
Quiroga reflexiona
sobre su oficio y su salario. Dedicado a múltiples negocios. Relación madura y
profesional con los editores. Vive de lo que escribe (1911), entre Caras y
Caretas y los folletines.
Fragmentos:
-La defensa de la
propiedad literaria como un bien (mercancía). (Prevalece el sistema de compra y
cesión de derechos aunque en 1910 se implementa la Ley de Propiedad Intelectual y
Artística).
-Aumento de la
“cotización” de los escritos literarios.
-Dificultades para
cobrar a los editores de revistas.
Proceso de
configuración y consolidación de la Industria Cultural :
los escritores y artistas advierten que “valen lo que su obra vale”. Se empieza
a vivir del trabajo intelectual y artístico, aunque se depende del “segundo
empleo” y los favores oficiales (viajes, becas, comisiones, cátedras, etc.).
Florencio Sánchez: ubica su producción con facilidad y saca
ganancias de ella.
Concepción antiutilitarista
(o lógica antieconómica, según Bourdieu) (ver el arte y las letras como
actividades por fuera de los imperativos materiales y las exigencias de pago)
tenía arraigo y vigencia en nuestro medio. Predican la necesidad de no
contaminar los trabajos intelectuales con especulaciones mercantilistas.
Primer número de
Revista La Montaña (1897) (Ingenieros/Lugones). “Ya no
queremos vender lo mejor de nosotros. Dejaremos las exposiciones, los salones y
los teatros (mercados de especulación)”
Otra posición.
Conciencia más lúcida del problema y puntos de vista menos prejuiciosos. Activo
movimiento de reivindicación profesionalista, relacionado con la Industria Cultural.
Instituciones, formaciones: Surgimiento de
asociaciones gremiales profesionales: Sociedad de Escritores, Sociedad de
Autores Dramáticos, Sociedad de Autores y Compositores.
Círculo de Prensa:
libertad de prensa, derechos gremiales.
Consiguen organizarse
de manera más rápida y efectiva aquellos sectores individuales y artísticos
vinculados más estrechamente con la Industria
Cultural masiva, un mercado de consumo
concreto, una concepción menos sacralizada del objeto producido.
Inserción en la Industria Cultural
y crisis de realización
Nueva inserción de
los escritores en la
Industria Cultural (folletines, adaptadores): provoca una
crisis de las ilusiones perdidas. Dos ingredientes:
1- Algunos
escritores sostienen una concepción elitista, aristocratizante (modelo clásico,
iniciático)
2- Criterios
más pragmáticos y utilitarios.
CHOQUE ENTRE PROYECTO Y REALIDAD: esta concepción
choca con las posibilidades reales de los medios de comunicación de masas.
Criterios más pragmáticos y utilitarios.
Profesionalización,
mecenazgo y patronato.
Franja de escritores
hundidos en la bohemia. Marginalidad (oposición a grandes redacciones o empleos
oficiales típicos de la “carrera de escritor”).
-
Roberto Arlt: escritor como operario. Oficio de
escribir.
Diferencias con
análisis del campo literario francés (Bourdieu): la profesionalización en
relación a la naciente Industria Cultural como consolidación del oficio de
escribir (para escritores no herederos).
Posiciones del campo literario
Elitista bohemia profesionales (escritor como operario)
*****
UNIDAD III
La
mirada de la Escuela
de Frankfurt sobre la Industria Cultural
Los medios de comunicación de masas en la
configuración de lo popular moderno. El debate sobre la industria cultural, la
sociedad de masas, ideología y poder en la Escuela de Frankfurt.
Bibliografía obligatoria
P 7: Horkheimer, Max y Adorno, Theodor, “La
industria cultural”, en: Dialéctica del iluminismo, Buenos Aires,
Sudamericana, 1987.
P 7: Adorno,
Theodor, “La transparencia del film”, en: revista Kilómetro 111, nº 6, 2006, Buenos Aires (pp. 97-103).
P 6: Benjamin,
Walter, “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, en: Discursos
interrumpidos I, Buenos Aires, Taurus, 1989.
T 6: Benjamin,
Walter, “Sobre el concepto de historia”, en: Estética y política, Buenos Aires, Las Cuarenta (pp. 135-158).
T 6: Löwy,
Michael, “Romanticismo, mesianismo y marxismo en la filosofía de la historia de
Walter Benjamin”, en: Aviso de incendio, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2002, pp. 11-36.
T7: Buck-Morss,
Susan, "Prefacio" y Capítulo 9: "El debate
Adorno-Benjamin", en: Origen de la
dialéctica negativa, México, Siglo XXI, 1981 (pp. 11-18 y 279-301). (Reedición: Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2011)
1. LA ESCUELA DE
FRANKFURT Y SU CONTEXTO HISTÓRICO
El Instituto de Investigación
Social de la Universidad
de Frankfurt surge entre 1923/1924 en el marco de los acontecimientos que desde
los años ‘20 se producen en Europa (período de la primera Posguerra) y se
plantea la necesidad de desarrollar “una reflexión global sobre los procesos
que consolidan la sociedad burguesa-capitalista y el significado de la teoría
ante tal consolidación” (Muñoz, B. “Escuela de Frankfurt: Primera Generación”).
Puede
considerarse que es a partir de 1932 cuando se produce la “génesis” de la Escuela de Frankfurt bajo
la dirección de Max Horkheimer.
Primera generación:
- Theodor W. Adorno (1903-1969), Dialéctica
de la ilustración (1944), Dialéctica
Negativa (1966), Teoría
estética, Minima Moralia.
- Max Horkheimer (1875-1973) Teoría
Crítica, Crítica de la razón instrumental.
- Walter Benjamin (1892-1940) Iluminaciones,
El libro de los Pasajes.
- Herbert Marcuse (1898-1979), El
hombre unidimensional (1954), Eros
y civilización (1958).
Punto de partida: Max Horkheimer, “Teoría Tradicional y Teoría Crítica”, 1937, en la Revista de Investigación Social.
Contexto histórico de la década del 30. Crisis intelectual por la profunda
transformación histórico social (la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la revolución
rusa, la industrialización, el crecimiento urbano, la masificación y la emergencia
de un tipo de producción cultural masificada; tecnología de una cultura
deshumanizada; advenimiento del cine como experiencia nueva que produce una
nueva sensibilidad; relación nueva entre el fascismo y la política, el fascismo
y la estética. Supresión de los levantamientos revolucionarios en Europa a
fines de la Primera
Guerra. Ascenso del fascismo en Alemania. Holocausto: Fracaso
de los proyectos utópicos de la modernidad.
Momento histórico (el paso de
la década del ’20 -Revolución Rusa y las posibilidades emancipatorias de la República de Weimar; fin
de la Primera Guerra
Mundial- a la década del ’30 donde se consolida el fenómeno fascista).
Percepción de época como un mundo en crisis, una cultura que se dirige a su
propia destrucción, orfandad, urgencia en dar cuenta de lo que está pasando.
Éxodo del grupo. Migraciones.
Exilio en EEUU. Huida de
Benjamin camino al exilio, previo paso por Berlín, Riga, Nápoles, París, Ibiza.
Viaje a Moscú en los primeros ‘30: contacto con la revolución y las vanguardias
artísticas. Situaciones de pobreza y pérdida. Suicidio de Benjamin en la
frontera franco-española (1940).
Vuelta de Adorno, Horkheimer y
otros a Alemania en la posguerra (1953).
2. SUSAN BUCK-MORSS y MICHAEL LÖWY: TRAYECTORIAS INTELECTUALES
Los otros dos autores que vamos
a ver en las clases teóricas de esta Unidad son contemporáneos a nosotros.
Susan
Buck-Morss es una filósofa e historiadora estadounidense que se ha
interesado, particularmente, por el estudio de las obras de Walter Benjamin y Theodor Adorno. Algunos de sus libros en español más
importantes son:
§ El origen de la dialéctica negativa. 1981 (1977), Siglo XXI editores. Reeditado por
Eterna Cadencia en 2011.
§ Dialéctica de la mirada: Walter Benjamin y la
dialéctica de los pasajes, 1995, Madrid:
Visor.
§ Mundo soñado y catástrofe: la desaparición de la
utopía de masas del Este y Oeste, 2005, Madrid: A.
Machado libros.
§ Hegel y Haití: La dialéctica amo-esclavo, una
interpretación revolucionaria, 2005, Buenos Aires:
Grupo editorial Norma.
§ Walter Benjamin escritor revolucionario, Interzona,
2005.
Origen de la
dialéctica negativa se propone reponer el proyecto filosófico de T. Adorno de la
“dialéctica negativa” y su profunda afinidad o “amistad intelectual” con W.
Benjamin, más allá de sus polémicas y diferencias. El libro, que explora los
orígenes históricos de la teoría crítica, es producido en un momento álgido
(1970-73) y señala las tensas relaciones entre un escéptico Adorno y la
sublevación estudiantil de 1968 (“lo atacaron porque su teoría revolucionaria
parecía no dejar lugar a la praxis revolucionaria”, p. 13). La propia autora es
parte de ese clima: “Yo estudiaba en Tubinga y el desorden en la universidad en
el verano de 1969 fue mi introducción a la teoría marxista en general y a
Adorno en particular” (p. 13).
Michael Löwy (São Paulo, Brasil, 1938) es un sociólogo y filósofo marxista franco-brasileño. En 1971 publicó un libro clave sobre el pensamiento del Che Guevara. En 2001 fue coautor del Manifiesto Ecosocialista Internacional. Es especialista del hecho religioso y, en particular, del cristianismo de
liberación o teología de la liberación. Algunos de sus libros más destacados en español son:
§ El
pensamiento del Che Guevara México, Siglo XXI, 1971
§ Redención y
Utopía. El judaísmo libertario en Europa Central. Un estudio de afinidad
electiva, Buenos Aires, El Cielo por Asalto, 1997
§ Estrella de
la mañana. Surrealismo y marxismo, Buenos Aires, El cielo por
asalto, 2007 (en colaboración con Silvia Guiard)
§ Ecosocialismo.
La alternativa radical a la catástrofe ecológica capitalista, Buenos
Aires, Ediciones Herramienta y Editorial El Colectivo, 2011.
Aviso de Incendio es una lectura crítica de uno de los textos más herméticos de Benjamin,
“Sobre el concepto de historia” (traducido también como “Tesis sobre la
filosofía de la historia”), escrito poco antes de suicidarse para no caer en
manos de la Gestapo.
Ambos textos abordan desde
lugares distintos las diferentes tradiciones de pensamiento que Benjamin y
Adorno articulan y que, en apariencia, pueden resultar contradictorias con las
visiones del marxismo o del materialismo dialéctico, al abrevar en aspectos del
misticismo judío, el romanticismo alemán, la filosofía de Kant, Platón…
3. CRÍTICA A LA RACIONALIDAD INSTRUMENTAL
“Después de Auschwitz es
imposible escribir poesía, porque la belleza en su totalidad fue puesta en
cuestión” (Adorno).
La gran cuestión: el ascenso de fascismo. La experiencia humana quebrada por la
barbarie, un límite del cual es difícil o imposible salir. Límite de lo
indecible, del pudor.
-
Rechazo del concepto de historia como progreso (ruptura con Hegel)
-
No identidad de razón y realidad (ruptura con Hegel)
-
Separar su filosofía de cualquier referencia al proletariado (ruptura
con Marx)
CONCEPTO DE HISTORIA EN
BENJAMIN
Poco antes de tomar la trágica decisión de suicidarse, Walter Benjamin
escribió sus Tesis sobre el concepto
de Historia (1940). Löwy sostiene que constituyen “uno de los textos
filosóficos y políticos más importantes del siglo XX”. Cruce entre marxismo y
mesianismo. Carácter enigmático, fragmentario y hermético, críptico de estas
tesis de urgencia, a la vez lleno de imágenes, alegorías e iluminaciones.
Imágenes utópicas mesiánicas y revolucionarias a la vez. Contra el marxismo
vulgar (evolucionista), contra la socialdemocracia, contra la idea de progreso
que predomina en los historiadores “historicistas”. Benjamin no concibe la
revolución como resultado natural o inevitable del progreso económico y
técnico, sino como interrupción de un proceso histórico que lleva a la
catástrofe.
Síntesis de las tesis:
Tesis 1:
el autómata y el enano: materialismo histórico y teología.
Tesis 2:
Felicidad y salvación. “Hay un secreto
acuerdo entre las generaciones pasadas y la nuestra”. Una débil fuerza
mesiánica sobre la que el pasado tiene derecho.
Tesis 3.
Nada está perdido en la historia.
Tesis 4:
La lucha de clases también incluye confianza, valentía, humor, astucia y actúa
desde la lejanía de los tiempos, poniendo en cuestión cualquier victoria de los
dominantes.
Tesis 5:
La verdadera imagen del pasado pasa súbitamente, relampaguea en un instante de
cognoscibilidad.
Tesis 6:
Articular históricamente el pasado
significa adueñarse de un recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de
peligro. Peligro de ser convertidos en instrumento de la clase dominante.
Ni siquiera los muertos están a salvo del enemigo, si éste vence, y no ha
dejado de vencer.
Tesis 7:
Tristeza/melancolía del historiador. Patrimonio cultural: la presa arrastrada
por el triunfo de los amos. No existe
documento de cultura que no sea a la vez documento de barbarie. Los grandes
genios y la esclavitud sin nombre de sus contemporáneos. El materialista
histórico tiene por misión pasar el cepillo a contrapelo por la historia.
Tesis 8:
El estado de excepción es la regla.
Los adversarios del fascismo lo combaten en nombre del progreso como ley
histórica (estupor porque estas cosas sean posibles en pleno siglo XX: concepto
errado de historia).
Tesis 9: Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus.
En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse
de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca
abierta y extendidas las alas. Y este deberá ser el aspecto del ángel de la
historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe
única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies.
Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo
despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus
alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le
empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que
los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.

Paul Klee,
Angelus Novus
Tesis 10: Salirse de la
concepción de la historia como progreso.
Tesis 11: Efecto del
conformismo, nadar a favor de la corriente. Idea corrupta del trabajo en el
marxismo vulgar como generador de riqueza. Origen de la tecnocracia del
fascismo. Trabajo como explotación de la naturaleza y no de los hombres.
Tesis 12:
La clase oprimida como sujeto del conocimiento histórico. Vengar a generaciones
de vencidos (odio y sacrifico nutridos en los antepasados oprimidos, no en los
descendientes libres).
Tesis 13:
Concepción de progreso en la historia se asienta en un tiempo homogéneo y
vacío.
Tesis 14:
El objeto de la historia es el tiempo actual, el continuum de la historia.
Tesis 15:
Disparar contra los relojes, hacer saltar el continuum de la historia, un nuevo
calendario (los calendarios no miden el tiempo como relojes, son monumentos de
conciencia histórica)
Tesis 16:
El presente no es tránsito inmóvil.
Tesis 17:
Contra la historia universal (cuyo procedimiento es la adición; una masa de
hechos para llenar el tiempo vacío). Principio constructivo de la
historiografía materialista: el pensamiento no solo es movimiento sino también
detención. Mónada, cristalización de una constelación.
Tesis 18:
El tiempo actual resume la historia entera de la humanidad.
A: El
presente como tiempo actual en el que están dispersas astillas del tiempo
mesiánico.
B: Los
adivinos saben que el pasado está aprehendido en la memoria. Los judíos tenían
prohibido investigar sobre el futuro, pero tenían obligación de memoria. Pero
el futuro, en cada segundo, era la pequeña puerta por la que podía entrar el
Mesías.
Impugnación de la idea de progreso.
Alarma de incendio: premonición
histórica de las amenazas del progreso.
“Todo acto de cultura es al mismo tiempo un acto de barbarie” (W. Benjamin).
Todo proceso civilizatorio se
funda en la derrota de otros y tiene una deuda impaga. La cultura leída no sólo
sobre las magníficas pirámides, sino también sobre el sufrimiento olvidado de
los miles y miles que las construyeron.
En el mismo sentido puede
leerse un poema de Bertolt Brecht (1898-1956), gran amigo de Benjamin, titulado
“Preguntas de un obrero que lee”:
Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la
construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿Quién la volvió a construir otras tantas?
En los libros figuran los nombres de los reyes
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿Quién la volvió a construir otras tantas?
¿En qué casa de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminadala Muralla China ¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande está llena de arcos
de triunfo ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?
La noche en que fue terminada
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?
Bizancio, tan cantada ¿tenía sólo palacios para sus habitantes?
Hasta en la fabulosa Atlántida, la noche en que el mar se la tragaba,
los habitantes clamaban pidiendo ayuda a sus esclavos
El joven Alejandro conquistóla
India.
¿El solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota ¿No lloró nadie más?
Federico II vencióla Guerra
de los Siete Años.
¿Quién la venció, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba sus gastos?
El joven Alejandro conquistó
¿El
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota ¿No lloró nadie más?
Federico II venció
¿Quién la venció, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba sus gastos?
A tantas historias
Tantas preguntas
Son preguntas de un obrero
consciente sobre los anónimos olvidados, los hombres comunes que construyeron,
batallaron, cocinaron, sostuvieron con sus vidas las glorias de otros.
Confronta con leer la cultura sólo desde la mirada de los vencedores, como
triunfo de la técnica, de un modelo ideológico, de una concepción del mundo.
Esa lectura “unívoca” implica olvidar, aniquilar y borrar la memoria de los
vencidos. Peligro de destrucción física de una cultura y peligro de su olvido.
Un agujero negro que devora la pluralidad. Urgencia en darles voz y pensamiento
a esas víctimas de la historia.
“Ahora”: ese
instante auténtico que interrumpe el continuum de la historia.
Amalgama entre experiencias
surrealistas y mística judía.
Forma heterodoxa de relato de
la emancipación. Benjamin “utiliza la nostalgia del pasado como método
revolucionario de crítica al presente” (Löwy, p. 14). “Crítica moderna de la Modernidad inspirada en
referencias culturales precapitalistas” (y también postcapitalistas).
*****
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